Procesión de la Virgen de los Rondeles
El ayuntamiento de Casarabonela (Diputación de Málaga, 2020) apunta que la Fiesta de la Virgen de los Rondeles se celebra en la víspera de Santa Lucía (13 de diciembre) y fue declarada en 2001 Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía. El fuego adquiere un papel muy importante, pues es el encargado de iluminar el recorrido de la procesión. Santa Lucía es, desde la Edad Media, patrona de la vista, invocada para curar las enfermedades de los ojos y la ceguera espiritual. Está relacionada con la palabra latina lucem y significa luz. Esta es la causa por la cual en algunos lugares es representada con una lámpara de aceite encendida en la mano. Los molineros, en el siglo XVIII, llevaban sus capachos de esparto ardiendo en una procesión como acción de gracias. Desde un principio, los rondeles iban desplegados pero en 1974 comenzaron a llevarlos enrollados para que su combustión fuera más lenta. Tras la Guerra Civil, esta Fiesta fue suspendida temporalmente y resurgió nuevamente en 1970 con algunas modificaciones. En esta época, tuvieron la necesidad de crear una asociación que organizara la celebración de cada año, por lo que en 1993 se creó la Asociación Amigos de los Rondeles. La procesión comienza a las 10 de la noche con la bendición del fuego. Desde un sentido Cristiano, se adoptan algunos elementos como el uso de imágenes y advocaciones en las cuales se representa el deseo del hombre de estar en armonía con la naturaleza, en la que vive y de la que depende. Los rondeleros inician la procesión en la plaza que se encuentra junto a la Ermita de la Veracruz y ascienden hasta la parte más alta del pueblo, donde se encuentra la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol. La luz de los capachos ilumina todo el camino a través de las calles estrechas y empinadas. Se mezclan elementos muy diversos como el fuego, el humo, el olor a aceite, el sonido de las castañuelas moriscas, etc. y se crea un ambiente irreal, proyectando sombras sobre las fachadas de los edificios. Esto sirve para desarrollar las emociones individuales y para integrarse plenamente en la Fiesta. Fue el sacerdote Isidoro de Sevilla el que concibió la imagen de la Virgen María. Miguel Alonso de Tovar fue el artista y realizó a la Virgen Santísima sentada en una peña, bajo la sombra de un árbol, irradiando de su rostro divino amor y ternura. Lleva una túnica roja y un manto azul en su hombro izquierdo que envuelve su cuerpo. Sobre su hombro derecho lleva el sombrero pastoril. Junto a la mano derecha aparece el báculo de su poderío y en la izquierda sostiene al Niño Jesus. La Virgen está rodeada de ovejas la cuales llevan sendas rosas en las bocas, símbolo del Ave maría. Una de la paradas obligatorias de esta procesión es junto al Caño Álora, que recibe este nombre por estar cerca de una de las puertas del recinto amurallado de la antigua ciudad islámica. El rondelero reduce la llama, ya que antiguamente era uno de los únicos puntos en los cuales se podía aflojar la llama sin obtener una penalización. Antes se premiaba con arrobas de aceite a los cuatro rondeleros que más hubiesen aguantado su primer rondel encendido.
Es a medianoche cuando la procesión culmina el recorrido junto a la Iglesia de Santiago Apóstol. Los rondeleros iluminan la puerta hasta que la Virgen entra. Después, todos se dirigen a la Plaza de Casarabonela dando lugar a un acto lúdico y festivo. Este acto, que se prolonga hasta la madrugada, tiene una explicación. Se cree que existe un lazo entre la vida de los hombres y los movimientos celestes en los puntos críticos del año, durante los solsticios. Para el frío, toman tazas de chocolate caliente, rebanadas de pan con aceite y ajo (los tostones) y buñuelos de viento.
El domingo siguiente al 12 de Diciembre, después de que la Virgen haya permanecido en la Iglesia de Santiago Apóstol, se realiza la bajada a la Ermita de la Veracruz. Una vez allí, se realiza una ronda de villancicos en honor a la Divina Pastora.
Es a medianoche cuando la procesión culmina el recorrido junto a la Iglesia de Santiago Apóstol. Los rondeleros iluminan la puerta hasta que la Virgen entra. Después, todos se dirigen a la Plaza de Casarabonela dando lugar a un acto lúdico y festivo. Este acto, que se prolonga hasta la madrugada, tiene una explicación. Se cree que existe un lazo entre la vida de los hombres y los movimientos celestes en los puntos críticos del año, durante los solsticios. Para el frío, toman tazas de chocolate caliente, rebanadas de pan con aceite y ajo (los tostones) y buñuelos de viento.
El domingo siguiente al 12 de Diciembre, después de que la Virgen haya permanecido en la Iglesia de Santiago Apóstol, se realiza la bajada a la Ermita de la Veracruz. Una vez allí, se realiza una ronda de villancicos en honor a la Divina Pastora.
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